Los terrores nocturnos, un fenómeno perturbador, pero relativamente común en la infancia, están recibiendo atención renovada por parte de expertos en salud infantil. Estos episodios de despertares repentinos acompañados de miedo intenso y confusión pueden ser alarmantes tanto para los niños que los experimentan como para sus padres.
"Los terrores nocturnos son diferentes de las pesadillas comunes. Ocurren durante la fase de sueño profundo y, a menudo, el niño no recuerda el episodio al despertar” afirma un pediatra especialista en trastornos del sueño infantil.
Aunque los terrores nocturnos son inofensivos en sí mismos y generalmente se superan con el tiempo, es importante que los padres estén informados sobre cómo manejarlos de manera adecuada.
Algunos consejos prácticos son:
-Mantener la calma: Aunque puede ser difícil, es fundamental que los padres se mantengan tranquilos durante un episodio de terror nocturnos. Esto ayudará a que el niño se tranquilice más rápidamente.
-No intentar despertar al niño: despertar al niño durante un terror nocturno puede prolongar el episodio y causar confusión. Es mejor permanecer a su lado y esperar a que el episodio pase naturalmente.
-Crear un ambiente seguro: Asegúrese de que la habitación del niño esté libre de peligros y que la cama sea segura. Una luz nocturna suave puede ayudar a los niños a sentirse más seguros.
-Establecer rutinas de sueño saludables: Mantener horarios regulares de sueño y establecer una rutina relajante antes de acostarse puede ayudar a prevenir los terrores nocturnos.
Los padres que estén preocupados por la frecuencia o la gravedad de los terrores nocturnos de sus hijos deben consultar con personal especialista en el sueño infantil. Con el apoyo adecuado, la mayoría de los niños superan los terrores nocturnos y pueden disfrutar de un sueño tranquilo y reparador.
